La posibilidad de que Marge vuelva a estar embarazada, hace que Homero recuerde los días en que él y Marge esperaban el nacimiento de Bart, allá por el año 1980. Eran unos días difíciles para la feliz pareja que, después de engendrar a su hijo antes del matrimonio, luchaban por conseguir un poco de estabilidad familiar, cosa que Homero encontró en la Planta de Energía Nuclear de Springfield.